-Pero igual se lucieron como grupo, cuatro posibles
Ricardo Alemán
Con una convocatoria nada despreciable, la tarde de ayer festejó su medio siglo de vida, Josefina Vázquez Mota, una de las dos mujeres del PAN precandidatas presidencial. La otra, a querer o no, es Margarita Zavala, la esposa del presidente Calderón.
Y a pesar de que Jose —como le dicen sus amigos—, se encargó de aclarar a todos que el único destape era el de sus 50 primaveras, lo cierto es que ninguno de las trecientos y pico de invitados era ajeno a un peculiar y cargado ambiente político electoral, en la fiesta de la diputada, ex secretaria de Estado y hoy fuerte pretendiente presidencial.
Para nadie es un secreto que en política, y sobre todo en tiempos político-electorales, “la forma es fondo”, y “todo lo que apoya sostiene”. Y por esa razón, el cumpleaños 50 de Josefina Vázquez Mota, resultó mucho más que un mero evento social. En realidad se trató de una muestra de la capacidad de convocatoria, del músculo político electoral y, a querer o no, de todos los sectores y grupos que podrían constituir “los amigos” de Josefina; figura social nada despreciable en política y que en casos como el de Vicente Fox, fue determinante.
Los cuatro fantásticos
Pero contra lo que muchos suponen, parece que lo más importante de la celebración de Josefina Vázquez Mota, no sólo fue lo numeroso, variado y plural de sus invitados —lo que de suyo exhibe su capacidad para moverse entre todas las tendencias partidistas, y todos o casi todos los sectores sociales y económicos—, sino que entre sus iguales, es decir, entre sus compañeros precandidatos, la señora Vázquez Mota posee el más completo currículum; el de legisladora y dos veces secretaria de Estado, entre otros aspectos.
Por ahí estuvieron festejando y felicitando a Vázquez Mota, los secretarios de Estado, Ernesto Cordero, Alonso Lujambio, Javier Lozano y Francisco Blake, además de la vocera presidencial, Alejandra De la Sota, y el secretario particular del presidente, Roberto Gil. Eso sin contar a una buena cantidad de senadores, diputados federales y empresarios. Se podría decir que son cercanos, amigos y parte de un grupo político, el nada despreciable 40% de los presidenciables que apenas en días pasados destapó el presidente del PAN, Gustavo Madero. Y de esos cuatro presidenciables, el currículum más completo, si se quiere el más abultado y/o el de mayor experiencia, es precisamente el de Vázquez Mota.
Pero acaso aún más importante, es el hecho de que grupos de amigos, que se desdoblan en grupos políticos como el que se aglutinó en torno al cumpleaños de la lideresa de los diputados del PRI, suelen resultar exitosos. ¿De qué estamos hablando?.
Muy fácil, que el grupo político de Josefina Vázquez Mota, puede ser visto como parte del grupo político de Ernesto Cordero, de Alonso Lujambio, e incluso de Javier Lozano. Y ese grupo de cuatro potentes presidenciables, “Los Cuatro Fantásticos”, son el grupo a vencer en la contienda presidencial del PAN. Es decir, que en un momento dado —y una vez que despunte uno de los cuatro—, los restantes podrían cerrar filas. ¿Ese es el mensaje que se lanzó ayer en el cumpleaños de Vázquez Mota?
El fantasma mexiquense
Al mismo tiempo, un fantasma rondó todas o casi todas las charlas de la fiesta de Jose; el del Estado de México. ¡Qué si no le queda otra a la diputada, que elegir entre ser presidenciable directa, o pasar por la candidatura mexiquense de unidad con el PRD!; ¡que si la reventarán si va por la libre, que si será mal vista por los azules si rechaza ser la candidata del PAN, que si esto o lo otro..!
Lo cierto es que nadie —salvo Vázquez Mota—, sabe qué hay de cierto en torno a su eventual postulación como aspirante al gobierno mexiquense. Lo ha negado en todos los foros, recio y quedito, pero en las semanas recientes se elevan las voces que dicen que una vez comparado que no hay más cartas que Vázquez Mota, la diputada será presionada hasta aceptar la postulación mexiquense.
Y dicen otras voces que si gana, se convertirá en la candidata natural del PAN a la presidencia de la República. ¿Cierto o falso? El tiempo se encargará de la respuesta.
Pero lo que si sabemos hoy, es que de convertirse en candidata al gobierno del estado de México, el PAN le regalará al PRI todos los instrumentos para reventarla.
¿Por qué?Porque su campaña será exhibida como la de una mujer oportunista, que sólo intenta usar al Estado de México para sus fines personalísimos, sus ambiciones presidenciales y como mero escalón.
¿Será el Estado de México, y serán los mexiquenses un escalón para intereses presidenciales del PAN? Algo así se verá en la campaña contra la diputada.
Peña Nieto y las vacunas
Y es que les guste o no a los presidenciables azules y amarillos, el PRI de Enrique Peña Nieto tiene listo un impensable control de daños, no sólo para cuidar la imagen del más aventajado de los presidenciables, sino para combatir a sus adversarios. En días pasados, Enrique Peña Nieto se vacunó de uno de los mayores riesgos mediáticos de su campaña. ¿Qué, qué?
Poca cosa, hizo público el expediente de la muerte de su esposa Mónica, con lo que desmontó un escándalo que amenazaba con convertirse en un serio dolor de cabeza. Pero no es todo.
Antes había desarticulado otro misil, el de los feminicidios en el Estado de México, y sin más ruido, aceptó que en las elecciones se pierde y se gana, al referirse a las derrotas de Guerrero y Baja California Sur.
Por otro lado, no pasará mucho tiempo para que en la nueva gestión de Humberto Moreira, aparezcan juntos los priistas hoy recelosos, con lo que se dará un nuevo mensaje de unidad.
Lo cierto es que no será fácil tumbar Peña Nieto, y acaso sea más fácil destruir una eventual candidatura de Vázquez Mota en el Estado de México. Al tiempo.
En el camino
Una vez calmados los ánimos de la fanaticada, y ante la posibilidad de que la “Juana de Arco” del periodismo mexicano pueda recuperar su puesto frente a un micrófono —claro, en la misma frecuencia de MVS de donde los malvados concesionarios de los poderes fácticos la echaron—, acaso valga la pena recordar a las partes que en la segunda pista del circo preparen bien el montaje, la impostura, no sea que por otro de esos engaños que luego nadie puede sostener, vuelvan a hacer el ridículo. Y claro, en prevención de que los acólitos del pejismo mesiánico nos manden a diablo, por no aplaudir como focas el espectáculo de los payasos, los domadores, trapecistas y hasta a la mujer barbuda.
Y a pesar de que Jose —como le dicen sus amigos—, se encargó de aclarar a todos que el único destape era el de sus 50 primaveras, lo cierto es que ninguno de las trecientos y pico de invitados era ajeno a un peculiar y cargado ambiente político electoral, en la fiesta de la diputada, ex secretaria de Estado y hoy fuerte pretendiente presidencial.
Para nadie es un secreto que en política, y sobre todo en tiempos político-electorales, “la forma es fondo”, y “todo lo que apoya sostiene”. Y por esa razón, el cumpleaños 50 de Josefina Vázquez Mota, resultó mucho más que un mero evento social. En realidad se trató de una muestra de la capacidad de convocatoria, del músculo político electoral y, a querer o no, de todos los sectores y grupos que podrían constituir “los amigos” de Josefina; figura social nada despreciable en política y que en casos como el de Vicente Fox, fue determinante.
Los cuatro fantásticos
Pero contra lo que muchos suponen, parece que lo más importante de la celebración de Josefina Vázquez Mota, no sólo fue lo numeroso, variado y plural de sus invitados —lo que de suyo exhibe su capacidad para moverse entre todas las tendencias partidistas, y todos o casi todos los sectores sociales y económicos—, sino que entre sus iguales, es decir, entre sus compañeros precandidatos, la señora Vázquez Mota posee el más completo currículum; el de legisladora y dos veces secretaria de Estado, entre otros aspectos.
Por ahí estuvieron festejando y felicitando a Vázquez Mota, los secretarios de Estado, Ernesto Cordero, Alonso Lujambio, Javier Lozano y Francisco Blake, además de la vocera presidencial, Alejandra De la Sota, y el secretario particular del presidente, Roberto Gil. Eso sin contar a una buena cantidad de senadores, diputados federales y empresarios. Se podría decir que son cercanos, amigos y parte de un grupo político, el nada despreciable 40% de los presidenciables que apenas en días pasados destapó el presidente del PAN, Gustavo Madero. Y de esos cuatro presidenciables, el currículum más completo, si se quiere el más abultado y/o el de mayor experiencia, es precisamente el de Vázquez Mota.
Pero acaso aún más importante, es el hecho de que grupos de amigos, que se desdoblan en grupos políticos como el que se aglutinó en torno al cumpleaños de la lideresa de los diputados del PRI, suelen resultar exitosos. ¿De qué estamos hablando?.
Muy fácil, que el grupo político de Josefina Vázquez Mota, puede ser visto como parte del grupo político de Ernesto Cordero, de Alonso Lujambio, e incluso de Javier Lozano. Y ese grupo de cuatro potentes presidenciables, “Los Cuatro Fantásticos”, son el grupo a vencer en la contienda presidencial del PAN. Es decir, que en un momento dado —y una vez que despunte uno de los cuatro—, los restantes podrían cerrar filas. ¿Ese es el mensaje que se lanzó ayer en el cumpleaños de Vázquez Mota?
El fantasma mexiquense
Al mismo tiempo, un fantasma rondó todas o casi todas las charlas de la fiesta de Jose; el del Estado de México. ¡Qué si no le queda otra a la diputada, que elegir entre ser presidenciable directa, o pasar por la candidatura mexiquense de unidad con el PRD!; ¡que si la reventarán si va por la libre, que si será mal vista por los azules si rechaza ser la candidata del PAN, que si esto o lo otro..!
Lo cierto es que nadie —salvo Vázquez Mota—, sabe qué hay de cierto en torno a su eventual postulación como aspirante al gobierno mexiquense. Lo ha negado en todos los foros, recio y quedito, pero en las semanas recientes se elevan las voces que dicen que una vez comparado que no hay más cartas que Vázquez Mota, la diputada será presionada hasta aceptar la postulación mexiquense.
Y dicen otras voces que si gana, se convertirá en la candidata natural del PAN a la presidencia de la República. ¿Cierto o falso? El tiempo se encargará de la respuesta.
Pero lo que si sabemos hoy, es que de convertirse en candidata al gobierno del estado de México, el PAN le regalará al PRI todos los instrumentos para reventarla.
¿Por qué?Porque su campaña será exhibida como la de una mujer oportunista, que sólo intenta usar al Estado de México para sus fines personalísimos, sus ambiciones presidenciales y como mero escalón.
¿Será el Estado de México, y serán los mexiquenses un escalón para intereses presidenciales del PAN? Algo así se verá en la campaña contra la diputada.
Peña Nieto y las vacunas
Y es que les guste o no a los presidenciables azules y amarillos, el PRI de Enrique Peña Nieto tiene listo un impensable control de daños, no sólo para cuidar la imagen del más aventajado de los presidenciables, sino para combatir a sus adversarios. En días pasados, Enrique Peña Nieto se vacunó de uno de los mayores riesgos mediáticos de su campaña. ¿Qué, qué?
Poca cosa, hizo público el expediente de la muerte de su esposa Mónica, con lo que desmontó un escándalo que amenazaba con convertirse en un serio dolor de cabeza. Pero no es todo.
Antes había desarticulado otro misil, el de los feminicidios en el Estado de México, y sin más ruido, aceptó que en las elecciones se pierde y se gana, al referirse a las derrotas de Guerrero y Baja California Sur.
Por otro lado, no pasará mucho tiempo para que en la nueva gestión de Humberto Moreira, aparezcan juntos los priistas hoy recelosos, con lo que se dará un nuevo mensaje de unidad.
Lo cierto es que no será fácil tumbar Peña Nieto, y acaso sea más fácil destruir una eventual candidatura de Vázquez Mota en el Estado de México. Al tiempo.
En el camino
Una vez calmados los ánimos de la fanaticada, y ante la posibilidad de que la “Juana de Arco” del periodismo mexicano pueda recuperar su puesto frente a un micrófono —claro, en la misma frecuencia de MVS de donde los malvados concesionarios de los poderes fácticos la echaron—, acaso valga la pena recordar a las partes que en la segunda pista del circo preparen bien el montaje, la impostura, no sea que por otro de esos engaños que luego nadie puede sostener, vuelvan a hacer el ridículo. Y claro, en prevención de que los acólitos del pejismo mesiánico nos manden a diablo, por no aplaudir como focas el espectáculo de los payasos, los domadores, trapecistas y hasta a la mujer barbuda.
Columna de Ricardo Alemán para Excélsior
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