sábado, 13 de octubre de 2012

Democracia sindical

Silvia Gómez Tagle
 
Desde la primera mitad del siglo pasado, se consolidó una burocracia al frente de los grandes sindicatos y de las centrales obreras con el apoyo del gobierno federal y de los gobernadores de muchos estados. El sentido profundo de esa alianza política entre el PRI y el sindicalismo charro se sustentó en la comunidad de intereses, por un lado los sindicatos eran proveedores de votos para el partido y se encargaban de “contener las demandas de los trabajadores” con el fin de facilitar un modelo de desarrollo que privilegió la acumulación y la desigualdad. Y por el otro, el gobierno garantizó a los líderes “la titularidad de los contratos” de las empresas para que no hubiera otro sindicato que compitiera por la representación de los trabajadores; y al interior de los sindicatos las autoridades laborales convalidaron métodos profundamente antidemocráticos, tanto para la toma de decisiones, como para la administración de las “cuotas sindicales” y la elección de los dirigentes. 
 
El círculo perverso que ha llevado a la desnaturalización de los sindicatos en México se cerró por el hecho de que los trabajadores y los patrones dependen de “tribunales especiales” carentes de autonomía, como son las juntas de conciliación y arbitraje, dejando tanto a unos como a otros, indefensos frente al contubernio existente entre poder político y poder sindical.

Por eso la lucha de la izquierda no ha sido sólo por demandas salariales, sino además por demandas de democracia y autonomía sindicales; son incontables los movimientos que han surgido desde los años cincuenta en contra de los “charros sindicales”; y al mismo tiempo han tenido una connotación política porque los líderes de los trabajadores, han sido también militantes del PRI.

Hacia fines del siglo XX las organizaciones obreras perdieron importancia, sobre todo por los cambios en la estructura productiva y laboral. El outsourcing o subcontratación se ha generalizado aun en las empresas como Pemex, las maquiladoras, el crecimiento del empleo informal, por lo cual los sindicatos, charros o independientes, cada vez representan una porción menor de trabajadores. Sin embargo, la alianza laboral con el PRI se mantuvo firme hasta el 2000, lo que no fue obstáculo para que la mayoría es esto líderes, con una visión pragmática, negociaran con Vicente Fox cuando llegó a la presidencia.

Sobre todo en la elección de 2006 el apoyo que dieron varias organizaciones sindicales a Felipe Calderón, fue importante para que éste llegar a la Presidencia (No ocurrió lo mismo en 2012 con Josefina Vázquez Mota).

Tan fuerte ha sido la estabilidad de esa burocracia sindical que muchos de sus herederos directos están hoy en la Cámara de Diputados o en el Senado de la República como “representantes populares” resultado de las elecciones del pasado 1 de julio. Hoy, como antaño, estos líderes han renovado su alianza con el PRI, por lo que representan un obstáculo para la renovación del partido, tanto como para las promesas de campaña de Enrique Peña Nieto, pero no tienen ya una fuerza tan importante en el control de la fuerza de trabajo, por lo que su poder real se encuentra disminuido. Esta es la razón por la cual Calderón pudo plantear medidas que atentan contra los cotos de poder de los charros, coincidiendo con una demanda histórica de la izquierda. A pesar de que el éxito de esta iniciativa de reforma laboral es dudoso, en caso de que el Senado se vuelva a introducir el tema de la democracia sindical, porque al regresar a la Cámara de Diputados puede encontrar nuevos obstáculos y acabar en el congelador, lo que sí ha logrado Calderón es mostrar la cara conservadora del PRI al poner en evidencia la fuerza de su alianza con el charrismo de más pura estirpe.
 
Columna de la Dra. Silvia Gómez Tagle, para El Universal
 
 
Sobre la autora:
 
Doctora en antropología, por el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS). Profesora-investigadora del Centro de Estudios Sociológicos de El Colegio de México e Investigadora Nacional del SIN nivel III. Directora de la Revista Nueva Antropología. Especialista en el estudio de procesos políticos, y transición a la democracia en México y América Latina y análisis electoral desde una perspectiva geográfica. Autora de diversos libros y artículos, el más reciente, Lo que ven otros ojos: Las elecciones en México 1988-2006, en edición electrónica por el TEPJF. 

lunes, 24 de septiembre de 2012

LOS DISCURSOS DE CANTINFLAS




Les comparto algunos de fragmentos cintas de Cantinflas, en los cuales interpreta firmes y elocuentes discursos.

Si yo fuera diputado

(1952)


Un día con el diablo
(1945)

Parte 1

 Parte 2

Su excelencia
(1966)



Sobre Mario Moreno "Cantinflas"

Mario Fortino Alfonso Moreno Reyes (Ciudad de México, México, 12 de agosto de 1911 – Ibídem, 20 de abril de 1993), mejor conocido como Cantinflas, fue un actor y comediante mexicano, ganador del Globo de Oro en 1957.

Ganó una enorme popularidad con la interpretación de su personaje Cantinflas, un hombre salido de los barrios pobres que se originó del típico pelado. El personaje se asoció con parte de la identidad nacional de México y le permitió a Moreno establecer una larga y exitosa carrera cinematográfica que incluyó una participación en Hollywood. Se dice que el estilo de salir a hacer comedia, disfrazado de "peladito", lo tomó del comediante Manuel Medel. Mario Moreno ha sido referido como el "Charlie Chaplin de México".
 

III Congreso Iberoamericano de Derecho Electoral

http://derecho.posgrado.unam.mx/congresos/iiiconelec/index.php

jueves, 26 de julio de 2012

Los Formales y el Frio (Poema)



Los Formales y el Frio 

 Mario Benedetti 

Quién iba a prever que el amor, ese informal
se dedicara a ellos tan formales
 
Mientras almorzaban por primera vez
ella muy lenta y él no tanto
y hablaban con sospechosa objetividad
de grandes temas en dos volúmenes
su sonrisa, la de ella,
era como un augurio o una fábula
su mirada, la de él, tomaba nota
de cómo eran sus ojos, los de ella,
pero sus palabras, las de él,
no se enteraban de esa dulce encuesta
 
Como siempre o como casi siempre
la política condujo a la cultura
así que por la noche concurrieron al teatro
sin tocarse una uña o un ojal
ni siquiera una hebilla o una manga
y como a la salida hacía bastante frío
y ella no tenía medias
sólo sandalias por las que asomaban
unos dedos muy blancos e indefensos
fue preciso meterse en un boliche
 
Y ya que el mozo demoraba tanto
ellos optaron por la confidencia
extra seca y sin hielo por favor
cuando llegaron a su casa, la de ella,
ya el frío estaba en sus labios ,los de él,
de modo que ella fábula y augurio
le dio refugio y café instantáneos
 
Una hora apenas de biografía y nostalgias
hasta que al fin sobrevino un silencio
como se sabe en estos casos es bravo
decir algo que realmente no sobre
 
Él probó sólo falta que me quede a dormir
y ella probó por qué no te quedas
y él no me lo digas dos veces
y ella bueno por qué no te quedas
de manera que él se quedó en principio
a besar sin usura sus pies fríos, los de ella,
después ella besó sus labios, los de él,
que a esa altura ya no estaban tan fríos
y sucesivamente así
mientras los grandes temas
dormían el sueño que ellos no durmieron.

Resumen bibliográfico de Mario Benedetti
 
Mario Orlando Hardy Hamlet Brenno Benedetti Farrugia (Paso de los Toros, Uruguay, 14 de septiembre de 1920 – Montevideo, Uruguay, 17 de mayo de 2009), más conocido como Mario Benedetti, fue un escritor y poeta uruguayo integrante de la Generación del 45, a la que pertenecen también Idea Vilariño y Juan Carlos Onetti, entre otros. Su prolífica producción literaria incluyó más de 80 libros, algunos de los cuales fueron traducidos a más de 20 idiomas.