domingo, 25 de diciembre de 2011

Brahms Dble Cto Oïstrakh Rostropovitch Kondrashin

Brahms Dble Cto Oïstrakh Rostropovitch Kondrashin 1


Brahms Dble Cto Oïstrakh Rostropovitch Kondrashin 2


 Brahms Dble Cto Oïstrakh Rostropovitch Kondrashin 3


Mstislav Leopóldovich Rostropóvich (en ruso: Мстислав Леопольдович Ростропович) fue un músico ruso, considerado el máximo violonchelista de su generación.

Nació en Bakú, República Socialista Soviética de Azerbaiyán (actualmente Azerbaiyán) en una familia de músicos. Estudió en el Conservatorio de Moscú, desde los dieciséis años. Y llegó a ser alumno de Dmitri Shostakovich y Serguéi Prokofiev, antes de graduarse con las máximas distinciones académicas. Posteriormente trabajaría como profesor en el mismo Conservatorio, desde 1961. En 1948 ya había sido solista de la Orquesta Filarmónica de Moscú. A partir de 1950 había actuado como violonchelista y como director. Había dado asimismo recitales de piano acompañando a su mujer, la cantante Galina Vishnévskaya. Tras un tiempo en Moscú, fue nombrado profesor en el Conservatorio de Leningrado.
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Kiril Petróvich Kondrashin (en ruso: Кири́лл Петро́вич Кондра́шин, Kirill Petrovich Kondrashin; 6 de marzo de 1914 – 7 de marzo de 1981), fue un director de orquesta soviético.

Kiril Kondrashin nació en Moscú y estudió en el Conservatorio de dicha ciudad entre 1931 y 1936 con otro director de orquesta soviético, Borís Jaikin. Dirigió el Teatro Maliy de Leningrado entre 1938 y 1942 y el Teatro Bolshói de Moscú a partir de 1943. Llamó la antención de Dmitri Shostakóvich al interpretar su Sinfonía nº 1, momento en el que comenzó una amistad entre ambos. En 1947 ganó la medalla Stalin.

En el primer Concurso Internacional Chaikovski de 1958 fue el director de Van Cliburn, que ganó el primer premio. Después del concurso, dio una gira por Estados Unidos con Cliburn, interpretando el Concierto para piano nº 3 de Rajmáninov y el Concierto para piano nº 1 de Chaikovski. Se convirtió en el primer director que visitó USA desde que comenzó la Guerra Fría. Se vendieron millones de copias de ambos conciertos en muy poco tiempo. Era también director artístico de la Orquesta Filarmónica de Moscú entre 1960 y 1975. Durante dicho periodo estrenó las sinfonías nº 4 y nº 13 de Shostakóvich. Dio varios conciertos por Europa y América con otros famosos músicos rusos como Rostropóvich, Oistrakh y Sviatoslav Richter.





Cal y arena

Porfirio Muñoz Ledo


Esta Legislatura ha sido marcada por la influencia de los poderes fácticos, los intereses políticos ajenos al Congreso, los acuerdos cupulares y el menosprecio a los representantes del pueblo soberano. En el último periodo fue además arrastrada por un productivismo estéril, que confundió presidencia con prefectura y persiguió para la estadística el mayor número de votaciones aunque fuesen vacuas, en detrimento del debate parlamentario y olvido de los cambios que verdaderamente se requieren.

Dentro de su antología de diferimientos sobresale el tortuoso calvario de la designación de tres consejeros del IFE en clara violación de preceptos constitucionales. Desde el 30 de octubre del 2010 se lanzó la convocatoria y poco después se seleccionaron 17 aspirantes sin que alguna terna haya podido alcanzar mayoría calificada entre los grupos parlamentarios, por el prurito de mantener un sistema de cuotas contrario a los principios de la institución.

A pesar de que diputados del Partido del Trabajo insistimos en un procedimiento sumario mediante la presentación de ternas sucesivas al pleno, el “mandarinato” se cerró a cualquier asomo de elección abierta. Finalmente el Trife, a solicitud de Jaime Cárdenas Gracia, ordenó efectuar las designaciones antes del 15 de diciembre, lo que ocurrió en esa fecha mediante un método extraordinario y discreto de consultas.

Una de cal por las que van de arena: como efecto virtuoso de la trabazón se rompió el cerco de las posiciones partidarias y se eligieron personalidades no atadas a compromisos políticos, con prescindencia de sus orígenes académicos o administrativos. Con Sergio García Ramírez, María Marván Laborde y Lorenzo Córdova se restableció el criterio de altos perfiles que otorgó prestigio e independencia a los consejos que integramos en 1994 y 1996.

Si bien impedimos que mediante un albazo noctámbulo se presentara de nuevo la minuta del Senado sobre la Ley de Seguridad Nacional, de modo alevoso y al margen de la legalidad se sometió a voto la reforma del artículo 24 constitucional para incluir el concepto de “libertad religiosa” con una cauda explícita de amenazas al Estado laico. El método chapucero refleja las intenciones dolosas del proyecto. Se trata de una ofrenda que Peña Nieto y el PAN adelantan al Vaticano en las cercanías electoreras de la visita de Ratzinger a México. Las arenas pantanosas de la rendición de la república.

Por presión de la Nunciatura, aun antes de ser aprobada la reforma al artículo 40 que formaliza el Estado laico, ni emprendida la discusión sobre las modificaciones propuestas para el artículo 130, se concretó el atentado, anunciado desde que se introdujo el concepto de contrabando, al determinar los derechos no suspendibles en caso de estado de excepción. Con la Iglesia hemos topado, una vez más.

El pretexto de allanarse al sistema interamericano de derechos humanos con motivo de la reforma del artículo primero constitucional es una falacia, ya que han rechazado tercamente la internación en la legislación nacional de las normas fundamentales de esos instrumentos internacionales, como el arraigo de 60 días, la inexistencia del fuero militar en tiempos de paz o la excepción contenida en el artículo 21 al Estatuto de Roma. Ignoran además las reservas interpretativas hechas por el Estado mexicano a las disposiciones que ahora introducen.

La Cere decidió en el 2000, a propuesta del filósofo católico Fernando Estrada Sámano, anteponer el concepto de libertad de creencias sobre una pretendida libertad religiosa, ya que los actos de culto público, tratándose de una religión abrumadoramente mayoritaria, respaldada por una jerarquía poderosa, arrollaría a las religiones minoritarias. Sin contar con la pretensión expresa de intervenir en los contenidos de la educación pública y del libre acceso a la radio y la televisión.

A pesar de que el proyecto se “descafeinó” en negociaciones de última hora, la lanza quedó clavada. Nunca debió ser aprobada, ni menos cediendo a un chantaje por la presidencia de una mesa directiva. Falta ahora la lucha en el Senado y el debate nacional abierto e informado.

Una columna de Porfirio Muñoz Ledo, para El Universal.


Sobre el autor:  

Porfirio Alejandro Muñoz Ledo y Lazo de la Vega (Ciudad de México, 23 de julio, 1933) es un político mexicano que ha ocupado una diversidad de cargos en México, actualmente es Diputado Federal (PT) , presidente de la Comision de Relaciones Exteriores de la Camara de Diputados. Asesor de la Comisión Ejecutiva de Negociación y Construcción de Acuerdos del Congreso de la Unión y Coordinador General del Frente Amplio Progresista.


miércoles, 19 de octubre de 2011

El dilema de las coaliciones de gobierno


Lorenzo Córdova Vianello

El tema del gobierno de coalición ha ocupado gran parte de las reflexiones de la opinión pública en los últimos días desde que el lunes de la semana pasada se hizo público un desplegado apostando por la introducción de esa figura en nuestro sistema político, mismo que fue suscrito por un grupo de 46 académicos, políticos y personalidades públicas. Mucho se ha escrito en ocasiones sosteniendo y justificando el sentido del desplegado, en otras desestimando sus planteamientos.

Sin embargo, siendo uno de los convocados a firmarlo, creo necesario dedicar algunas reflexiones sobre el punto. Al desplegado se le han hecho varias críticas, algunas de ellas, por cierto, particularmente desafortunadas, como la que acusa a los firmantes de ingenuos, de haberse alquilado y de no saber con quiénes se acuestan —publicada hace un par de días en este diario—, y que por la vulgaridad del argumento no merece siquiera una respuesta. Me detengo, en cambio, en dos objeciones que se han planteado a la idea de propiciar un gobierno de coalición.

La primera es la que sostiene que el gobierno de coalición, más que el resultado de una modificación legal (como la propuesta de reforma constitucional presentada hace algunas semanas por varios senadores de la república), es más el resultado de un acuerdo político, un pacto entre dos o más fuerzas políticas que deciden, ante la falta de mayorías parlamentarias predeterminadas, pactar una agenda gubernativa y legislativa común y respaldarla para sacarlas adelante con la eventual mayoría que se construiría conjuntamente en el Legislativo. Esta objeción es válida en su sustancia, pero yerra el tiro en cuanto al desplegado.

En efecto, tal como lo demuestran los casos de Brasil y de Chile, no es necesaria una previsión legal para que, de facto, opere una alianza política bi o multipartidista que respalde una agenda política (insisto, gubernativa y legislativa a la par) compartida. En estricto sentido, en México con las condiciones constitucionales vigentes bien podría haberse ensayado un gobierno de coalición en el pasado desde que, a partir de 1997 en la Cámara de Diputados y del 2000 también en el Senado, México carece de mayorías parlamentarias predefinidas y se ha naturalizado entre nosotros el fenómeno de los así llamados “gobiernos divididos”.

Pero si se lee atentamente el desplegado nadie condiciona la existencia de gobiernos divididos a cambios constitucionales o legales para procurarlos. Quien pretenda leer entre líneas el desplegado para encontrar la intención de respaldar a una determinada propuesta política o legislativa simple y sencillamente peca de excesos.

Lo anterior me lleva a hacerme cargo de la segunda objeción, que se centra en subrayar la ambigüedad del texto que suscribimos. Me parece que esa evidente vaguedad es algo querido, porque al final del día nuestra confluencia estriba, más que en una determinada propuesta de cambio legal o institucional, en una convicción compartida: que en aquellos casos en los que los electores han decidido con sus votos que ningún partido cuente con mayoría legislativa o que un gobierno carezca del respaldo de una mayoría legislativa afín, si somos congruentes con nuestras convicciones democráticas, la formación de mayorías estables debe centrarse en la negociación y el compromiso político de amplia escala que supone el que dos o más fuerzas políticas pacten una agenda gubernamental y legislativa común.

Dicho en otras palabras, lo que creo que puede identificarse como una constante de los firmantes es un rechazo franco y abierto a las varias propuestas que desde hace un par de años han venido cobrando fuerza y que en más de una ocasión se han materializado en iniciativas legislativas de formar mayorías, no a través del acuerdo y el compromiso, sino mediante el uso de mecanismos que artificialmente crean o inducen la formación de mayorías parlamentarias, sin importar la merma en la calidad de la representación democrática del pluralismo político.

Para los firmantes la pluralidad política y su representación es un valor democrático que hay que preservar a toda costa y la gobernabilidad algo que en las democracias se construye a partir del pluralismo, es decir, mediante consensos, no mediante su merma o supresión.

Las rutas para estimular la formación de esos consensos en muy variada, hay quienes sostienen que eso es sólo producto de la voluntad y la altitud de miras de los actores políticos, otros que se necesitan estímulos institucionales para incentivarlas; otros, entre los que me encuentro, que creemos que el presidencialismo está agotado y que hay que transitar hacia el parlamentarismo.

Una columna de Lorenzo Córdova Vianello, para El Universal.

Texto integro  http://www.eluniversal.com.mx/editoriales/55221.html 


Sobre el autor:

El Dr. Lorenzo Córdova Vianello es Investigador titular "B" de tiempo completo en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. La Universidad Nacional Autónoma de México lo reconoce con el PRIDE Nivel D. El Sistema Nacional de Investigadores lo reconoce como Investigador Nacional Nivel 2.

más…http://www.juridicas.unam.mx/invest/directorio/investigador.htm?p=lorenzo